Historia y Significado de la “Tesis de Pulacayo”
El gobierno de
Villarroel había comenzado a hacer acuerdos cada vez más frecuentes con la
Rosca y el imperialismo. Su colgamiento -el 21 de julio de 1946-, después de
una insurrección popular, marcó el comienzo de lo que se conocerá como el
“sexenio” de la Rosca. La movilización fue canalizada por la oligarquía, que se
hizo nuevamente del poder, acompañada por el PIR (los estalinistas serán
ministros en los gobiernos rosqueros). Se abrirá desde entonces un período de
aguda lucha de clases, que culminará con la revolución del 52.
Los mineros
comprenden que el regreso de “la rosca” al poder significaba la destrucción de
las organizaciones obreras. Decididos a enfrentarla, buscan aliarse al
movimiento estudiantil. El 29 de julio, se creaba el Pacto Minero-Universitario
en Oruro, que consistía en que los intelectuales de la Federación Universitaria
defenderían a los trabajadores. “Había que defender lo conquistado y decir al
gobierno rosquero que los mineros lucharían sin descanso contra él. Los
trabajadores lucían guardatojo y cartuchos de dinamita en los cinturones.”
El hecho tiene
significativa importancia porque de este modo la vanguardia obrera lograba
arrastrar tras de sí a un sector la pequeño burguesía, cuya dirección había
sido el Partido de Izquierda Revolucionaria (PIR), fervientemente defensor del
gobierno surgido de la contrarrevolución.
Juan Lechín
Oquendo, dirigía la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia
(FSTMB). Presionado por la base combativa – y muy a su pesar – se vio obligado
a convocar, en noviembre de 1946, un congreso extraordinario donde se
discutiría un programa de acción para enfrentar al gobierno.
El mitín se realizó
en el departamento de Potosí, en la localidad de Pulacayo. Más precisamente en
la bocamina del socavón San León a la impresionante altura de 4.620 mts. sobre
el nivel del mar. “En ese incomparable escenario fue lanzado el mensaje
boliviano de mayor trascendencia revolucionaria.”
El programa
aprobado en este histórico congreso, pasaría a conocerse como las Tesis de
Pulacayo. Las mismas fueron presentadas por un joven universitario y militante
trotskista del POR, llamado Guillermo Lora.
Como miembro de la
delegación minera de Siglo XX-Llalagua, Lora fue el encargado de explicar, ante
un atento auditorio, los fundamentos políticos e ideológicos de las tesis. Al
finalizar su alocución, los mineros irrumpieron en un aplauso aprobando y
haciendo suyas estas ideas revolucionarias. Las Tesis fueron un avanzado programa
de acción, tendiente a la independencia de clase. Entre algunos de sus puntos
sustanciales figuran el salario básico, vital y móvil; semana de 40 horas y
escala móvil de salarios; bolsa pro huelga; ocupación de minas; contrato
colectivo; independencia sindical; control obrero de las minas y armamento de
los trabajadores. El programa era un claro cuestionamiento a la propiedad
privada de los capitalistas.
Espantados por lo
sucedido, Patiño y los barones del estaño publicaron las Tesis en los
principales diarios del país para presionar al gobierno a actuar. Sin embargo,
los capitalistas lograron hacer lo que no podían los mineros: propagar con la
rapidez de un rayo el programa que los trotskistas bolivianos habían
contribuido a crear.
El
límite estratégico de las Tesis
Al definir el tipo
de revolución que debe realizarse, las Tesis de Pulacayo sostienen que “Mienten
aquellos que nos señalan como propugnadores de una inmediata revolución
socialista en Bolivia, bien sabemos que para ello no existen condiciones
objetivas. Dejamos claramente sentado que la revolución será democrático
burguesa por sus objetivos y únicamente un episodio de la revolución proletaria
por la clase social que la acaudillará (...) los trabajadores una vez en el
poder no podrán detenerse indefinidamente en los límites democráticos burgueses
y se verán obligados, cada día en mayor medida, a dar cortes siempre más
profundos en el régimen de la propiedad privada...”
Al respecto, en las
tesis fundacionales de nuestra organización hermana en Bolivia, la LOR-CI, se
critica esta formulación de la mecánica de la teoría de la revolución
permanente señalando: “Compárese esto (se refiere a la cita anterior) con la
formulación original sobre el trastocamiento de la revolución democrática en
socialista tal como la formula Trotsky (...): ‘La dictadura del proletariado,
que sube al poder en calidad de caudillo de la revolución democrática, se
encuentra inevitable y repentinamente, al triunfar, ante objetivos relacionados
con profundas transformaciones del derecho de propiedad burguesa. La revolución
democrática se transforma directamente en socialista convirtiéndose con ello en
permanente’. Podrá notarse cómo en las Tesis (...) (de Pulacayo NdeR) se
confunde que en un país atrasado como Bolivia la revolución combine desde el
inicio tareas democráticas y socialistas con la posibilidad de una revolución
proletaria no socialista. Sobre esta concepción, (...) el POR sostendrá
posteriormente posiciones semi-etapistas sobre el carácter de la revolución
boliviana”.
Efectivamente, el
error teórico del POR acarrearía graves consecuencias prácticas. Cuando el 9 de
abril de 1952 la situación se volvía abiertamente revolucionaria, el POR
terminaba adaptándose a la política de la naciente Central Obrera Boliviana
(COB) - que en manos de Lechín, perseguía el objetivo de contener la
radicalización obrera - y le otorga apoyo crítico al Movimiento Nacionalista
Revolucionario (MNR), partido nacionalista burgués que terminaría desviando la
revolución para derrotarla definitivamente años más tarde.
Para profundizar, ver las “Tesis
Fundacionales” de la Liga Obrera Revolucionaria por la Cuarta Internacional,
grupo hermano del PTS en Bolivia. En www.lorci.org
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